En esa calle por donde cruzan
indiferentes las presencias se encontraron nuestros ojos, desconocida criatura,
vi en el fondo de su mirar por unos segundos como un lugar en que el olvido de
ese instante dejara un recuerdo.
Si usted supiera que mi existencia
sin nombre se sumergió en un mar de solaz descanso y que fui, fragmento roto de
la vida, algo pleno…
Luego el mismo ritmo de confusas
formas siguió, pero ese algo de Eternidad que me brindó quedará en mi
pensamiento,
cuando el mismo ambiente recorra
de nuevo con mis pasos sin ritmo tal como estas palabras, será un motivo para
recrear su belleza,
para saber, para reconocer que un
día de esta inapreciada historia alguien sin saberlo me enseño el Amor…
¡Despierte cretino!
Sus reminiscentes añoranzas no son
más que polvo entre el polvo.
Ella continuó su camino y no tendrá
en cuenta algo tan casual como eso,
simplemente siguió hacia el horizonte,
lejos de su inercia.
Ahora es otro tiempo, la guerra se
acerca, no se da cuenta?
Todo esto por lo que desvela, sus
vanas ilusiones, sus sentimientos,
será aplastado por el peso severo
del cielo.
«1986»
(COLOMBIA)
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