REMORDIMIENTO PÓSTUMO




Cuando en el fondo duermas, mi bella tenebrosa,
De una tumba de mármol negro construida,
Y ya tan sólo tengas por alcoba o guarida
Una cueva lluviosa y una profunda fosa;
 
Cuando oprima la losa tu carne temerosa
Y tus flancos doblados con encanto tendida,
El latir y el querer a tu pecho le impida,
Y a tus pies el correr su carrera azarosa,
 
La tumba, confidente de mi sueño infinito
(Porque la tumba siempre comprenderá al poeta),
En esas largas noches en que el sueño es proscrito,
 
Te dirá: “¿De qué os sirve, cortesana indiscreta,
No haber conocido lo que lloran los muertos?”
—Y el gusano te roerá la piel como un remordimiento.
 
© Charles Baudelaire
«1821-1867»
(FRANCIA)



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