CALLO




Tú me preguntas si te odio,
pero contestar esto no puedo;
ya que admitir que te odio
seria admitir que te quise.
Enmudezco por completo,
prefiero dejar deslizar
una lágrima en mi rostro.
Con el corazón en mis manos
cual palpita de dolor,
y sin un ápice de esperanza
con tristeza te digo adiós.
 
© Mauricio Herrera Alvarez
(COLOMBIA)



1 comentario:

Unknown dijo...

Mao... la vida misma nos va enseñando el porque de las cosas y el sentimiento por aquello que se quiso y sigue hay en nuestros recuerdos podría ser lo que nos hace ser mejores personas cada día. ..