
En fin, a vuestras manos he venido,
do sé que he de morir tan apretado,
que aun aliviar con quejas mi cuidado,
como remedio, me es ya defendido.
si no es en haber sido yo guardado
para que sólo en mí fuese probado
cuánto corta una espada en un rendido.
donde la sequedad y la esperanza
dieron mal fruto dellas y mi suerte.
No os venguéis más de mí con mi flaqueza;
allá os vengad, señora, con mi muerte.
«1501-1536»
(ESPAÑA)
No hay comentarios:
Publicar un comentario